Salud Física, mental y emocional

El tener una buena autoestima así como conocimiento de tus habilidades y fortalezas no solo te permitirá ir fijando metas de crecimiento cada vez más grandes, también te permitirá perder ese nerviosismo o timidez para entablar negociaciones o atreverte a tomar acción cuando sea necesario sin sucumbir al pánico. 

El único que puede monitorear tus reacciones y pensamientos eres tú mismo. Qué mejor que aprendas a desarrollar  un estado de atención que te permita aceptar, disfrutar y lidiar con todos los eventos de la vida.

Aprende a lidiar con el estrés y de hecho a evitar en la medida de lo posible que sea parte de tu día a día.

Aprender a trabajar y tomar decisiones en situaciones con un poco de «premura» es algo que no todos dominan sin que los nervios o la ansiedad los debore. De hecho es uno de los factores que definen a un líder y hoy en día es una habilidad inmensamente necesaria.

Como todo, se necesita práctica y mucho enfoque para mejorar nuestra capacidad de recuperarnos y superar las adversidades.

Cuántas veces no has escuchado la frase «ya sé que debo hacerlo pero es que me cuesta tanto manterme …» La disciplina es una habilidad que tienes que trabajar para que por tu cuenta avances en tu vida, no siempre tenemos un profesor o padre que nos esté pidiendo resultados.

Sería genial que pudiéramos lograr los mil y un objetivos que nos planteamos al mismo tiempo que postergamos las tareas que hay que ir realizando para lograrlo. Es importante por tanto que sepas priorizar tus tareas para poder lograr  cualquiera de tus metas y aprender que hay que darle mayor atención a las que tienen más importancia para ti.

Como todo, se necesita práctica y mucho enfoque para mejorar nuestra capacidad de recuperarnos y superar las adversidades.

Te sorprenderá saber que el movimiento de tu cuerpo no se limita con la edad. Aprender a entrenarlo y a cuidarlo es la clave.

Tener una buena técnica en la práctica de las artes marciales te permitirá disminuir el riesgo de sufrir lesiones y con ello mejorar tu calidad de vida.

Mejorar tu coordinación incluye una lista larga de habilidades conjuntas como es el equilibrio, la orientación, el ritmo, la sincronización así como estar preparado para diferentes circunstancias.

El entrenamiento en artes marciales tiene un efecto positivo en los problemas de salud mental internalizados, al reducir los síntomas asociados con la ansiedad y la depresión en comparación con una condición sin tratamiento psicológico. Múltiples estudios informan que también promueve características asociadas con el aumento del bienestar, ayudando a tener un mejor autoconcepto y una mejor autoestima.

Estudios recientes indican que el entrenamiento de artes marciales provee una alternativa adecuada y económica para mejorar los resultados de problemas de salud mental y psicosocial. Su intervención basada en el deporte, incorpora características únicas que incluyen un énfasis en el respeto, la autorregulación y la promoción de la salud. 

La práctica de artes marciales tiene efectos positivos en los perfiles de personalidad, lograrás un crecimiento personal, donde desarrollarás una autorregulación cognitiva y afectiva, así como un comportamiento prosocial. Igualmente mejorarás tus habilidades sociales, generando una mayor independencia, autosuficiencia y optimismo entusiasta.

Los practicantes de artes marciales enfatizan más humildad e informan más niveles generales de esperanza. Se enfocan en aspectos meditativos, enfatizando el autocontrol, la evitación de conflictos, el respeto por los demás, el entrenamiento de formas y el estudio de los principios y filosofía. Igualmente se enfatizan en los aspectos deportivos, competitivos y físicos.

Los estudios que investigan la relación entre la práctica de artes marciales y la agresividad, revelaron resultados positivos en la disminución de los niveles de hostilidad y agresividad, en una población general, pero específicamente en adultos y adolescentes.

La autorregulación es la capacidad de controlar las respuestas dentro de uno mismo. Es a la vez conductual (personalidad) y biológico (temperamento / disposición). Estos procesos auxiliares apoyan procesos de acción básicos como atención, motivación, etc., si no son suficientes para alcanzar el objetivo óptimo.

 La autorregulación óptima está directamente relacionada con la forma en que los artistas manejan eventos novedosos, una capacidad que está influenciada por el temperamento, las primeras experiencias de desarrollo y los rasgos de personalidad. La resiliencia es evidente cuando las personas están expuestas a la adversidad y, sin embargo, no demuestran trastornos psicológicos o físicos.